ENTREMESES, de Miguel de Cervantes
V26 y S27 de Febrero de 2016, 20.30H.
J25 Febrero, 19.00H. JUEVES DEL CUYÁS – Encuentros con el Público y la Compañía en la Sala Josefina de La Torre.
Teatro Cuyás
Entradas: www.entradas.com y taquilla
ENTREMESES de Miguel de Cervantes
Una Producción de Teatro de la Abadía en Coproducción con Clásicos de Alcalá, Teatro Calderón de Valladolid y Teatro Principal de Zaragoza.
Dirección: José Luis Gómez
Reparto: Julio Cortázar, Miguel Cubero, Palmira Ferrer, Javier Lara, Luis Moreno, Inma Nieto, José Luis Torrijo, Elisabet Gelabert, Eduardo Aguirre de Cárcer y Diana Bernedo.
DESCRIPCIÓN
En La cueva de Salamanca, Cervantes nos presenta al esposo cornudo y contento, a cuyo engaño asiste regocijado el espectador, liberado por un momento del código moral. Pancracio, el marido, es un personaje caracterizado por la credulidad extrema y recuerda a la figura del bobo presente en el teatro de Lope de Rueda. Su mujer, Leonarda, y el estudiante son los principales creadores del engaño al que se le somete. Esto es posible en parte gracias a la desmedida afición de Pancracio por las artes ocultas y por su falta de juicio. Por esto, en la obra se advierte que él es también culpable de los engaños de su esposa. En este entremés Cervantes, a través de la comicidad, critica la superstición y la falta de confianza en la razón.
En El viejo celoso, dramatiza la trama de la “novela ejemplar” El celoso extremeño. Cañizares, viejo desposado con una mujer joven, está dominado por la pasión de los celos, monstruosamente sentida. Su esposa, que vive encerrada bajo siete llaves, maldiciendo a su marido y al momento en que se dejó casar, le engañará en la primera ocasión que se le presente. La escena del engaño de este célebre entremés es una de las más irónicas del teatro de la España del siglo XVII y sucede ante el esposo cornudo.
El retablo de las maravillas, cuya trama guarda cierta similitud con el cuento del nuevo traje del emperador y otras tradiciones populares, es protagonizado por dos pícaros que presentan ante las “fuerzas vivas” de una aldea un retablo muy especial: sus imágenes solo pueden ser vistas por personas de “sangre pura”, no por hijos bastardos o descendentes de moros o judíos. Así, Cervantes se burla de los estatutos de limpieza de sangre de la época.
CRITICA
Una idea feliz, un espectáculo feliz, una fiesta de la lengua y del teatro.
Marcos Ordóñez, El País.
Tres historias iluminadas por el ingenio profundo de lo esencial que juegan con el yantar, la holganza venérea y los engaños concebidos como castigo a la mezquindad, las falsas apariencias y la petulancia, en un vaivén que enlaza lo festivo y lo moralizante.
Juan Ignacio García Garzón, ABC.